El destino de los malos en la eternidad se refiere muchas veces
Hades se describe en Lucas 16:23ff
Gehenna se describe
El lago de fuego es dónde la bestia, el profeta falso, el diablo, la muerte, Hades y todos cuyos nombres no escritos en el libro de vida son echados (Apoc. 19:20, 20:10, 14-15). Se describe
El abismo. El abismo o el pozo de abismo (Apoc. 9:1-2, 11) en un lugar temido por los demonios en la tierra (Luc. 8:12). Es donde Satanás se estará atado por 1,000 años (Apoc. 20:3). El abismo y el lago de fuego son lugares distintos. La bestia viene del abismo y va para la destrucción del lago de fuego (Apoc. 17:8; 19:20), y Satanás está desatado del pozo de abismo y es echado finalmente en el lago de fuego (Apoc. 20:7, 10). El abismo no relaciona al castigo de humanos malos. Parece ser un lugar
La Escritura describe el castigo eterno (Mat. 25:46) de los malos en cuanto a la muerte, perecer, la destrucción y el destierro. El castigo
El castigo
El castigo
Dios y el Infierno. God no quiere la muerte
La pregunta que se destaca lo más frecuentemente al discutir el castigo eterno en Infierno es, “¿Por qué es eterno el castigo de un hecho pecaminosa finito?” La Biblia no responde directamente a esta pregunta. Sin embargo, las respuestas mejores que he encontrado incluyes los elementos siguientes: (1) Dios es justo; por eso, cualquier castigo prescribe debe ser justo. (2) El pecado es una ofensa contra un Ser infinito; por lo tanto, no es completamente finito por naturaleza. (3) No podemos determinar el límite de los efectos
Nuestra respuesta. Teman Dios (Mat. 10:28) y hagan lo que es necesario evitar siendo echado en el infierno (Mat. 5:29-30). En la eternidad, el infierno es aborrecible a los
Hermanos y hermanas, ¡que temamos Dios, apartemos de maldad y huyamos a Cristo!
21 julio 2008
Lo Que Enseña la Biblia sobre el Destino de los Malos
El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová… 1 Sam. 16:7
“¿Por qué hay una clase que tiene que ver con los triviales temas externos
1 Samuel 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
Muchas veces se
El contexto de este versículo es la misión de Samuel para ungir a un sustituto para el Rey Saúl. Cuando Samuel observaba las excelentes características físicas
Dios corrige la impresión de Dios por decirle que mientras que Samuel puede ver solo lo que es externo, Dios puede ver el interior y Sus selecciones se basan en el corazón.
Hay varios razones para que este texto no implica que Dios se preocupa solamente por los asuntos de corazón y no se preocupa por los externos.
1. Dios no dice que solamente se preocupa por el corazón. El dice que El puede ver el corazón; mientras que el hombre no puede verlo.
2. Tanto el Antiguo
Antiguo Testamento
Por ejemplo, Dios exigió que los israelitas se visten con cordones en sus vestidos exteriores para recordarles de Sus mandamientos. (Num. 15:38-39; Deut. 22:12). El exigió que los hombres israelitas no cortarse las barbas (Lev. 19:7; 21:5). Este requisito hizo que los hombres israelitas se destacaron de las barbas muy estilizados de los colegas de su aristocracia (e.g., aquí or aquí). Dios diseñó vestidos con que se vestirían “por su gloria y belleza” (Ex. 28:2, 40).
Nuevo Testamento
En Mat. 6:17 Jesucristo manda que lavemos el rostro y ungamos la cabeza al ayunar. Es decir, haga que el exterior se ve bueno para que la incomodidad de ayunar no aparezca.
En 1 Cor. 11:2-16 Dios habla claramente
En 1 Tim. 2:9-10, el Espíritu Santo inspiró a Pablo para escribir sobre cómo las mujeres deben y no deben adornarse en el exterior.
La idea que la enseñanza de la apariencia exterior es necesariamente no espiritual y legalista va contra la Escritura misma. Si enseñamos el consejo completo de la palabra de Dios, entonces enseñaremos que tienen que ver con, si explícitamente o si implícitamente (e.g. Rom. 12:2) nuestra “apariencia exterior.”
El consejo completo de Dios enseña que nuestra apariencia exterior debe ser un reflejo diseñado intencionalmente de nuestro amor interior para Dios y una pasión de Su gloria. Dios mira tanto el corazón
Estudio de la Santidad en el Antiguo Testamento
Tres cosas instaron mi estudio. Primero, mi clase de Escuela Dominical pidió un estudio de la santidad y temas relacionados. Segundo, mi padre y yo hemos estado discutiendo la naturaleza de la santidad de Dios por unos meses. Tercero, en su libro Portraits of God, Allan Coppedge afirma que, “Un estudio de los datos indica que el sentido de santidad tiene seis componentes importantes. Son los conceptos de separación, brillantez, rectitud, amor, poder y bondad” (p. 51).
Mis estudios anteriores del concepto de la santidad me habían guiado a concluir que la santidad en su esencia es la separación. Al aplicarla a personas humanas, es la separación para con Dios de lo que es común y ordinario tanto como de lo pecaminoso y contaminante. Al aplicarla a Dios… pues, yo estaba exactamente cierto. Yo había sido enseñado que era su transcendencia y puridad moral o a lo mejor su excelencia moral. Pero la declaración de Coppedge retaba mi entendimiento anterior. Por lo tanto, hago el estudio actual.
Todavía estoy examinando cuidadosamente la información, pero algunos cosas me destacan.
- Habiendo estudiado los datos, no he encontrado ninguna información que confirma la afirmación de Coppedge que el sentido de la santidad incluye los conceptos de la brillanteza, el amor, el poder, o la bondad. Los datos indican aplastantemente que la separación es el corazón del sentido de la santidad. Diré más de la santidad y la rectitud más tarde.
- Me acordaba de que el término “el santo” no fue creado por Pablo en el NT, pero se usó por Pablo en la misma manera como se usaba en el AT (Salmos 16:3, 34:9).
- Varios texts se destacaron como un establecimiento del base conceptual para la admonición de Pedro para “santificar a Dios el Señor en vuestros corazones” en I Pedro 3:15.
- La primera petición del Padrenuestro tiene raices in Levítico, Isaías, y especialmente en Ezequiel que nunca he oído articulado en el púlpito.
- La sanctificación de Sí mismo por Jesucristo (Juan 17:19) tiene un paralelo en la sanctificación de Sí mismo por Yahweh (Ezeq. 38:23).
En artículos subsiguientes, si Dios permite, pienso en desarrollar estos conceptos.